Me gustaría dejar claro que, aunque parezca que el COVID ha desaparecido sigue existiendo secuelas y el Long COVID se ha convertido en una afección que han sufrido, según los últimos datos de la OMS Organización Mundial de la Salud, al menos 17 millones de personas en todo el mundo. La definición clínica de la OMS para esta enfermedad: El COVID persistente es la condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección probable o confi rmada por SARS-CoV-2, generalmente tres meses después del inicio, con síntomas que duran al menos dos meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo.
En su web publican:
En los últimos meses, he oído información de primera mano de personas que se enfrentan a secuelas a medio y largo plazo por la COVID-19. Lo verdaderamente preocupante es el vasto espectro de síntomas que fl uctúan con el tiempo, a menudo se solapan y pueden afectar a cualquier aparato del organismo. Desde fatiga, tos y difi cultad respiratoria hasta inflamación y lesiones en los órganos principales, incluidos los pulmones y el corazón. E incluso secuelas neurológicas y psicológicas. Pese a que seguimos recabando información sobre el virus, está claro que no se trata tan solo de un virus que mata. Para un número considerable de personas, el virus conlleva una serie de secuelas graves a largo plazo. Aunque se restablecen, la recuperación puede ser lenta —a veces de semanas o meses— y no siempre discurre en línea recta. Si bien el número exacto de personas que experimentan las secuelas a largo plazo no está claramente definido, se han descrito síntomas y complicaciones posteriores a la COVID-19 tanto en pacientes hospitalizados como en pacientes que no ingresaron en un hospital.
Yo personalmente como persona que escribo este articulo y que he participado en la iniciativa que se ha creado en Lleida de la mano de Aranzazu, Yvette y Andrea las personas entrevistadas este mes a las que felicito por su iniciativa.
Quiero decir que he descubierto que todos padecemos diversos síntomas, pero encontré tres que prácticamente el 100% sufríamos y son los siguientes: Primero, una fatiga importante que en muchos casos no te permite hacer una vida normal y en diversos casos no permite continuar con depende que trabajos. Segundo una especie de niebla mental que afecta dediferentes formas, como puede ser olvidar varias cosas sobre todo en memoria inmediata, perder el hilo de las conversaciones etc. en defi nitiva una perdida cognitiva, incapacidad para concentrarse (también llamado niebla del COVID) . Tercero una sensación de no ser comprendidos o incluso a veces de falta de credulidad por parte de los médicos.
Quiero finalizar reseñando 2 cosas. Que el Long COVID o COVID Persistente ya está reconocida como una enfermedad crónica y que el Instituto Nacional de la Seguridad
Social aquí en España ya ha concedido la primera baja por COVID persistente o Long COVID.
Por favor solo pido que se les de más visibilidad y atención a estas personas que además de estar enfermas tienen que sufrirlo en silencio por motivo de incomprensión tanto social como a más a menudo de lo que se quiere médica.