Hoy quiero hablar sobre ser emprendedor a nivel empresarial. Cuando uno por primera vez se acerca a querer emprender su propio negocio está lleno de ilusión, de alegría, de energía y motivación. Se suele sentir indestructible e imparable. Si de mí dependiera, a pesar de haberme caído mil veces y levantado otras tantas, le diría a aquel que quiere emprender que lo haga, que siga sus sueños. Aun así, y no con ánimo de desmotivar, aunque pueda parecerlo, voy a contar los escollos que uno puede encontrarse en el camino. ¿Con qué motivo, te preguntaras? Conocer algunos tramos del camino puede hacer que te retires antes de embarcarte o hacer que aprendas a nadar.
Tal vez la mejor forma de empezar son algunas frases.
“Muchos miran al empresario como el lobo al que hay que abatir; otros, como la vaca a la que hay que ordeñar; pero muy pocos lo miran como el caballo que tira del carro”
Esta frase se atribuye a Winston Churchill, político, estadista, historiador y escritor británico, conocido por su liderazgo del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, y puede que te lleve a entender aquello llamado “la soledad del empresario”. De todas formas, hay otra que tal vez muestre más aún este sentimiento de soledad que seguramente llegarás a sentir alguna vez.
“Si los trabajadores luchan por mayores sueldos, se claman como beneficios sociales; si los empresarios luchan por mayores beneficios, es condenado como avaricia egoísta”
Esta frase es de Ayn Rand, una famosa escritora rusa, nacionalizada estadounidense.
Aunque podría extenderme mucho sobre este tema, y sin querer alzar a un empresario frente a un trabajador, en situaciones normales, un trabajador realiza sus ocho horas, tiene un mes de vacaciones pagadas y si pierde su trabajo tiene derecho a paro. Un emprendedor, normalmente autónomo, acaba trabajando más de ocho horas, no siempre tiene la oportunidad de hacer un mes de descanso y si pierde su trabajo, lo habitual es que se quede con deudas por muchos años.
Es difícil el equilibrio entre empleado y empresario, porque suelen ver las cosas desde posiciones totalmente opuestas y los riesgos y peligros son diferentes para cada uno.
No caigamos en el error que Winston Churchill nos decía en su frase. Claro que habrá malas praxis, tanto por parte de empresarios como de trabajadores, pero prefiero en lugar de ver lo que separa las posiciones, ver lo que las une.
Volviendo a emprender, si estás preparado para vivir situaciones adversas que las habrá, adelante, es una experiencia maravillosa.
Si en algún momento te sientes decaído, busca en internet “famosos que fracasaron en sus inicios”.