Dice Google que la palabra que más salía en las búsquedas es Why?, ¿Por qué? Es quizás uno de los rasgos que más humanos nos hace. Querer saber el porqué de las cosas. Leía hoy, creo que en la Vanguardia, decir a Mónica Naranjo que “el ser humano empieza a envejecer cuando no tiene curiosidad”. La curiosidad nos ha permitido y nos ha empujado a aprender. Algunas veces no nos falta curiosidad, simplemente preferimos no saber porqué tememos las respuestas que podamos encontrar. Cierto que para algunas preguntas aún no hay respuestas, pero vale la pena no dejar de preguntarse y de avanzar. Es así como solemos crecer y aprender. Incluso se dice que en la infancia hay una época del «¿Por qué?» Una etapa de nuestra vida se define así. No perdamos la curiosidad por grandes o pequeñas cosas. Saber cómo alguien consigue sus metas en lugar de decir que ha tenido suerte, enchufe etc. Tal vez nos llevaría a tomar caminos para conseguir nuestros propios éxitos. Hoy también vi en LinkedIn un dibujo en forma de Iceberg. En la parte que sobresalía ponía la palabra ‘éxito’. Como todos sabemos del iceberg solo se ve una pequeña parte. En la gran parte que queda hundida había otras palabras que eran las que llevaban a flotar la de éxito. Debajo del éxito y de forma que nadie puede ver están ese gran resto que conforman el 90% del iceberg. Esfuerzo, dedicación, disciplina, riesgos, hábitos, metas, fracaso, decepción, persistencia, trabajo duro… Si seguimos dedicando tiempo a saber el ¿Por qué? Seguiremos avanzando sin duda. Puede que nuestra sorpresa sea saber hasta dónde somos capaces de llegar.
Millones de personas han visto caer la manzana, pero Newton se preguntó ¿por qué?.
No pretendo que lleguemos a ser tan profundos, tan solo pretendo que empieces a preguntarte a un nivel básico ¿por qué? y sigas creciendo igual que cuando eras niño.